Recordatorios… (Q.E.P.D)

Hoy me animé a escribirles a esas personas de bien que fallecieron en su momento y no pude hacer una dedicatoria; Pues aunque no éramos muy amigos, nos conocíamos de toda la vida, y circulaba entre nosotros esa empatía cuando nos veíamos. Y dolió esas partidas que se me hacía poner la mente en blanco. Pero hoy tomo coraje para dedicarles este recordatorio…

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Mario Urban+ Q.E.P.D.

La verdad es que se siente un vacío que será imposible llenar. Ya desde “el vamos”, no entendimos nada. Pensando en contener a todos los que te querían, que no son pocos. Y tu familia… Llorándote con esa paz que lo caracteriza, alivianando el dolor, al menos un poco, con el buen recuerdo que dejaste.

Debemos aceptarlo así, porque fue la decisión de Dios.  Estarás presente en cada acto de tu vida. Pero siempre con la misma mística, con la misma sinceridad. Va a ser difícil acostumbrarse a no ver tu sonrisa en cada lugar de la colonia, despertando la alegría de cada persona que estaba cerca tuyo. Será complicado tener que hacerse la idea de que no veremos más esa pose tradicional que te caracterizaba, los brazos de un lado a otro, como demostrando, a cada paso, que todo estaba más que bien.

Esta carta no es solo de quien la escribe, en realidad, es en representación de cada uno de “la gente”,… Es en nombre de todos y cada uno de los que te conocieron y te quisieron. Jamás encontramos un “no” como respuesta y nunca te vimos con cara de pocos amigos… Siempre marcaste el paso a través de una sonrisa contagiosa, que tantas veces nos sacó a nosotros de momentos pocos felices. Por eso, en nombre de todos, te despido y te juro, que te vamos a extrañar con el alma. Acompañaremos a tu familia. El vacío es grande, y el dolor, es inmenso. Me quedo (y nos quedamos, todos) con la satisfacción enorme, de haberte conocido. De haber compartido con vos parte de tu vida, y de nuestras vidas…

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Gregorio Jorge (Nene) Streitenberger + Q.E.P.D.

Una irreparable pérdida sufrió la comunidad de Santa María al fallecer  “Nene”, que dejó su impronta en la población.

Estuvo en muchas partes acompañando a la gente, pues el trato cordial tuvo con todos la mano dispuesta para lo que han de menester. A mí personalmente, lo voy a recordar siempre pues fue el único que se me acercó y me ayudó, estando caído. Eso lo hacen pocos, muy pocos. Integró por más de doce años  el Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica “San José”. Dónde sus polémicos decires eran siempre una verdad certera. Comprometido, responsable, retórico, Eso lo pinta de cuerpo entero.  Sufrido por momentos por circunstancias de la vida, que fue sobrellevando con entereza...  deja el recuerdo de una persona leal con insondable compromiso  armonioso en la convivencia con sus pares y sus compañeros...  su capacidad permitió atesorar y acompañar  al Consejo  siempre bien dispuesto.

La textura del recuerdo es como una narrativa de una intensidad lírica palpable y de una fuerza concentrada en el sentimentalismo. No es la extorsión de un duelo privado, sino la deliberada experiencia dura del dolor.  Y nostalgias de la infancia, que es ahora. Precisamente ‘vengo porque me fui’. Que se va lejos a estirar la estela de las voces por cuya pérdida diviniza. La vida adquiere conmoción, a medida que pasa el tiempo, precisamente en el despliegue de matices de luto. Figuras de “Nene”  grande que simboliza la visita a la tumba, y la intemperie de la historia que nunca es del todo sólo personal, porque en ella late el corazón de sus hijos y de los hijos de los hijos.

Reverencia que se suma el “Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica”. Te recordaremos siempre como una excelente persona e incondicional cooperativista.

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Luisa Holzmann de Hoff+ Q.E.P.D.

“Dios nos doy el dulce bálsamo del recuerdo, que está fijo en nuestros corazones y elevando las miradas al cielo la percibimos cual beatífica eterna fusionada a la armonía que descansa y placida duerme su sueño eterno. Gran mujer ha sido y en su historia a ser grandes podemos aprender y vestigios dejó su paso en ésta tierra, que nunca el tiempo pueda opacar. Sus huellas que acaso servirán de guía”. Descansa en paz, Luisa. Tu familia y los que te recuerdan te velan...

Elevamos una solemne plegaria en su memoria recordándola como lo que fue, una persona de nobles principios humanos, que supo sustentar en su vida los valores que enaltecieron sus actos y actitudes, los que la mostraron como una persona bondadosa, con una entrega permanente hacia los demás y esencialmente hacia su familia, que hoy la rememora como una guía permanente, un ejemplo, una luz en el difícil camino de la vida diaria. Por su bonhomía de bien, hacen de su persona inolvidable que siempre, siempre estará en nuestros corazones. Hasta la vida Luisa.