Desde Alemania surgieron y se diseminaron por el mundo
infinidad de celebraciones que con los siglos se convirtieron en tradicionales
y en la actualidad ya están hondamente arraigadas en la costumbre popular de
todo el mundo
Cómo la práctica de decorar
árboles de Navidad empezó a amortajar en las lloviznas de los mitos. Los
historiadores tienden a referirse al siglo VIII, cuando el misionero, San
Bonifacio que le instó al Druida germánico dejar sus ritos paganos en bosques
oscuros y en cambio llevar árboles de abeto a sus casas…
Se dice que él ha apuntado a un pequeño árbol
de hoja perenne y dijo: "Este árbol tierno es como un niño pequeño del
bosque, se llamará el árbol del Cristo Niño; recójanlo, no en el bosque salvaje
pero si en sus propias casas; allí lo albergarán y regalarán regalos de amor y
ritos de bondad". Así empezó realmente la tradición de árbol de Navidad,
es una valiosa historia que se viene repitiendo año tras año.
Estas tradiciones están también profundamente enraizadas
en los corazones de los alemanes del Volga, quienes las llevaron consigo desde
su tierra natal, Alemania, a lo largo de su caminar por Rusia y América. Por
eso las características similares. Por eso los menú de invierno. Por eso se valora
tanto la familia. Por eso la enorme fe. Por eso muchas cosas entrañables...
Y como a orillas del Rin como asimismo a orillas del
Volga, la festividad coincidía con la época de invierno y nuestra gente estaba
desocupada de las obligaciones del campo, participaba toda la aldea en las
representaciones del pesebre, en las iglesias que se revestían del máximo
esplendor. Por esta razón es que en las colonias heredamos la costumbre de
comer todo tipo de comidas agridulces, las que las abuelas necesitaban para
soportar las rigurosidades del invierno, primero de Alemania después de Rusia.
Adornando todo con figuras abrigadas, cual una alegoría representativa de la
comunidad que precisaba mucha vestimenta para soportar la navidad fría, con
copiosa nieve incluida.
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