Son bien conocidos los sucesos que prosiguieron a
la captura del nazi Adolf Eichmann en Argentina, con el traslado secreto a Tel
Aviv y el posterior proceso judicial que lo sentenció a muerte por su rol en la
Shoá. Los entretelones previos a su secuestro, no obstante, permanecieron
durante mucho tiempo en la neblina de las sagas de espionaje. La versión de
Lothar Hermann, el sobreviviente de Dachau que lo descubrió en Olivos,
contrasta con el relato inicial de la historia oficial. Pero pese a que el
Estado de Israel ya reconoció a quien arriesgó su vida para hacer justicia,
inexplicablemente en el ámbito comunitario su figura aún no es honrada.
Por Gaby Weber *, especial para Nueva Sión
El 13 Agosto de 2012, finalmente, la DAIA quería
honrar a Lothar Hermann, quien encontró al criminal Adolf Eichmann en
Argentina. Pero, una semana antes, el presidente de la entidad, Aldo Donzis,
canceló todo. Los invitados recibieron un correo electrónico en el que se les
comunicaba que el evento había sido suspendido. El embajador alemán también fue
desinvitado. Liliana Hermann, la nieta sobrina de Lothar, se indignó y llamó a
la DAIA, y esta dio marcha atrás. No obstante, la ceremonia realizada fue, en
palabras de Liliana, “un encuentro vergonzoso en un cuarto trasero con algunas
sillas de plástico”. Mientras el vicepresidente de la DAIA Alberto Hammerschlag
leía algunas palabras, llegó de improvisto el embajador israelí, Daniel Gazit,
quien abrazó a Liliana y se sentó a su lado. "Saludamos a Liliana en el
nombre del Estado de Israel. En aprecio a todo lo que hizo Lothar Hermann. Por
el coraje que tenía. Fue perseguido antes y después y ha tenido el coraje de
continuar”, afirmó Gazit.
Para Israel Lothar Hermann es un héroe, para la DAIA un tabú. Liliana Hermann
hasta hoy no se puede explicar el porqué. La DAIA se resiste a abrir sus
archivos y ni siquiera le da una explicación.
A mediados de los años ’50, Lothar vivía en Olivos.
“Él informa a la DAIA sobre el paradero de su vecino Eichmann. Pero lejos de
ser reconocido, lo amenazaron. Hasta la fecha, la DAIA no ha explicado lo que
había sucedido en ese entonces y por qué no ha hecho nada en contra Eichmann”. Liliana
Hermann ha sido durante mucho tiempo una simple ama de casa en un suburbio de
Buenos Aires. Ella tiene dos hijos adultos con su esposo Ariel. A la pequeña
Sophie le dio el nombre de Sophie Hermann, su bisabuela, que fue asesinada en
Buchenwald.
Su abuelo Hugo Hermann había abandonado a su
familia poco después del nacimiento del padre de Liliana. Por lo tanto, ellos
no sabían nada acerca de la historia judía de su familia, nada del hermano de
Hugo, su tío abuelo Lothar, y un criminal de guerra llamado Eichmann. Sólo se
enteró hace 10 años porque su hermano fue a solicitar a la embajada alemana un
pasaporte y se presentó como el nieto de un ciudadano alemán. Le dieron un
expediente enorme. Su hermano lo abrió y vio que se trataba de Lothar. Pero
antes de poder leer algo, vino un funcionario y se lo arrancó de las manos.
Dijo que el caso era secreto.
Lothar nació en Quirnbach, en 1901. En 1935 fue
arrestado por la Gestapo por contrabando de devisas. Pasó seis meses en el
campo de Dachau y luego huyó a Holanda, y desde ahí, con su esposa Marta
Waldmann, a Argentina, donde ya vivía su hermano Hugo. Otros dos de sus
hermanos se refugiaron a EE.UU., pero el resto de la familia murió en los
campos nazis.
Liliana viajó a Coronel Suárez, adonde Lothar se
había mudado, y encuentra a su última mujer. Ella le dio cartas de Silvia, la
única hija de Lothar, quien emigró a EE.UU. un año antes de la detención de
Eichmann, y sobre los acontecimientos de los años ‘50 nunca se había expresado.
Fue difamada como amante del hijo mayor de Eichmann, Klaus. Se trata de un
rumor que inventó Isser Harel, ex jefe del Mossad, y fue repetido incluso en un
documental sensacionalista de NDR, la televisión pública alemana. Inicialmente,
Silvia desconfió de que después de tantos años apareciera alguien de la
familia. Pero le contó a Liliana cómo había conocido a Klaus en el cine York de
Olivos, cuando ella tenía 12 años.
En aquella época, no se hablaba de "crímenes de lesa humanidad". Los delitos cometidos durante la guerra, como la asistencia al asesinato, iban a prescribir a los 15 años, es decir, en mayo de 1960. Y en el caso del delito de homicidio en 1965, a más tardar. Los SS vivían en los mismos barrios que los refugiados, los nazis no se escondieron. Del mismo modo que hiciera el hijo de Mengele, los hijos de Eichmann concurrieron a la escuela con sus nombres reales.
Eran tiempos de la Guerra Fría, muchos criminales
de guerra estaban trabajando para la CIA y el BND, el Servicio de Inteligencia
Federal alemán. Willem Sassen, un holandés oficial de las SS que había
entrevistado durante meses a Eichmann, informó a la Embajada de EE.UU. en
Buenos Aires sobre las actividades del exilio nazi.
En esos años, David Ben-Gurión quería mantener
buenas relaciones con Alemania, y no le mencionó al canciller Konrad Adenauer
el tema del nazismo en el escenario mundial. En los documentos del BND, a los
cuales que pude tener acceso a través de un juicio en su contra en la Corte
Federal Administrativa de Leipzig, encontré pistas interesantes acerca de los
contactos de Eichmann. "Una fuente informa que militares importantes,
entre ellos el comandante en jefe, expresó la opinión de que Eichmann estaba
trabajando como agente doble para Alemania e Israel. Eso explica sus excelentes
relaciones con judíos de renombre en la Argentina”, explica un informe del
servicio de inteligencia.
En 1956, el fiscal alemán Fritz Bauer, emitió una
orden de detención contra Eichmann, pero no pasó nada. El que finalmente se
movió fue Tuviah Friedman, el director del Centro de Documentación de los
Crímenes Nazis de Haifa. Friedman nació en Polonia y había perdido a casi toda
su familia en Treblinka; él había sobrevivido como trabajador forzado, y en la
posguerra trabajó junto con las autoridades polacas para entregar a criminales
de guerra a los soviéticos. Friedman ofreció públicamente una recompensa de
10.000 dólares para obtener información sobre el paradero de Eichmann. Hermann
le escribió inmediatamente. Esta correspondencia la recibió Liliana de Haifa.
El 25 de octubre de 1959 le respondió Friedman: "¿Es usted investigador
privado? ¿Está interesado en una recompensa para la captura de Eichmann?".
Ante la consulta del investigador, Hermann respondió: "No se trata sólo de
la recompensa, también quiero colaborar, sin nombre y sin ganar fama, en la
detención y extradición de este criminal”. Friedman entregó la carta de Hermann al representante del Congreso Judío
Mundial en Jerusalén y dijo que iba a preparar todo para la captura. Pero eso
era un error. "En ese momento, fui echado de la operación, porque se
metieron agentes de la seguridad israelí”, aseguró Friedman.
El 26 de diciembre de 1959, Gregorio Schurmann,
hijo de inmigrantes rusos y cofundador de la DAIA, visitó a Lothar en nombre de
Friedman. Pero Tuviah Friedman no lo conocía, y no sabía nada acerca de su
visita a Coronel Suárez. Es por eso que en una carta posterior a Schurmann lo
define como un "agente israelí". Liliana cree que Schurman había
presionado a Lothar para que se calle. Pero Hermann no se calló. En marzo de 1960 escribió
a Friedman: "Después de haber recibido al Sr. Schurman, ninguna medida
adicional fue tomada en esta materia. Dado que el fugitivo es una plaga y un
criminal común, es aconsejable no esperar mucho tiempo para la detención y
extradición“.
¿"El arresto y la extradición"?
Un arresto puede hacerse sólo sobre la base de la
orden de detención del fiscal Fritz Bauer y una extradición sólo hacia la
República Federal Alemana. Con Israel, la Argentina no tenía ningún tratado de
extradición vigente. Entonces, la acción contra Eichmann no fue planeada
originalmente como un secuestro, como dice la leyenda oficial, sino como una
detención para forzar a las autoridades argentinas con un hecho consumado a la
extradición a las autoridades judiciales alemanas.
De “captura y extradición” habló años más tarde
también Schurman en una carta de lector al diario argentino Mundo Israelita.
"Estoy muy cerca de los 90 años, y es mi último contacto con la Comunidad
Judía Argentina, a la que serví, bien o mal, medio siglo de mi vida útil. Fui
el único argentino que participó en localizar el paradero del sangriento
criminal. La captura y la extradición estuvo a cargo del Mossad", afirmó
en la misiva.
El 23 de Mayo 1960, el primer ministro Ben Gurión
anunció sorpresivamente en el Parlamento de Israel que habían secuestrado a
Adolf Eichmann y que iban a llevarlo a la Justicia. En Israel y en la Diáspora
el júbilo estalló, pero tan grande como la alegría era la confusión. Mundo
Israelita no escribió después del arresto de Eichmann ni una palabra sobre
Argentina, pero sí un artículo en el que se sostenía la teoría de que el
criminal nazi había nacido en Palestina.
"Nació ese sujeto, para desgracia
del pueblo judío y de la humanidad, en una colonia alemana en Palestina. Su
contacto con nuestro pueblo y el conocimiento de su desamparo, le hicieron concebir
un plan diabólico: el exterminio total de los judíos. Lo puso en conocimiento
de la pandilla del paranoico Führer, quien lo aceptó complacido, encargando a
Eichmann su ejecución. El dominio del idish y hebreo iban a servirle de gran
ayuda".
Eichmann nació en Solingen, Alemania, y creció en Linz, Austria. Pero circulaba
el rumor de que había nacido en Oriente Medio, y no sólo dentro de la comunidad
judía en Buenos Aires. Un documento de la CIA de 1958 menciona esto también, y
añade que había vivido en la Argentina bajo el alias "Clemens" y
“actualmente residente en Jerusalén”. Y en la ficha personal de la Agencia
Judía para Palestina, del 6 de mayo 1945, se puede leer:
"Obersturmbannführer SS, probablemente nacido en Sarona, la colonia alemana
de los Templer en Palestina".
El criminal nazi hablaba hebreo e yiddish, que había aprendido como empleado de
la Vacuum Oil Company, que formaba parte del imperio de Rockefeller, entre 1927
y 1933; y en esta función había visitado en varias oportunidades Palestina.
Lothar tocando las famosas schnerorgillier de los alemanes del Volga
Liliana recibió de los Archivos Nacionales de
Israel las cartas que Lothar envió al Ministro de Justicia, Pinchas Rosen,
amenazando que si Israel no reconocía su trabajo y pagaba la recompensa
prometida, él iba a relatar en todo el mundo cómo fue realizada verdaderamente
la Operación Eichmann. "No voy a hesitar en revelar toda la operación con
todos sus detalles públicamente y en la Justicia, y a todos los que
participaron en la detención ilegal y violenta, el secuestro, el soborno y el
fraude contra las autoridades. No tengo ningún remordimiento si el proceso en
Israel va a tomar un giro no favorable para los judíos. El gobierno de Israel
será el principal responsable para eso por haber falsamente dado una versión de
los hechos muy diferente".
Unas semanas después, Lothar Hermann fue detenido y
maltratado en prisión. Liliana consiguió el expediente de la Policía Bonarense
del "Archivo de la Memoria" en La Plata. Ahí se lee que Schurman, el
21 de marzo de 1961, lo busca con cinco agentes israelíes y dos de Alemania
Occidental en su casa en Coronel Suárez. Schurman ya había distribuido un rumor
hacia la prensa de que Lothar era el doctor Mengele. La policía detuvo a Lothar
y lo maltrató. Luego, se compararon sus huellas dactilares con las de Mengele y
lo liberan a las dos semanas.
Friedman se enteró de la detención de Hermann por
la prensa israelí, que presentó una versión diferente: "Con pesar, había
leído que los nazis habían presentado una acusación en la policía argentina
contra Usted, Sr. Hermann, que Usted era el buscado médico de las SS Dr.
Mengele y que por eso Usted pasó un tiempo en la cárcel".
Pero los expedientes de la policía argentina no
mencionan ningún nazi en el episodio. Adolfo Kleiner, el representante de la
comunidad judía de Coronel Suárez, recuerda haber visto al grupo de agentes en
aquel entonces. "Nosotros los vimos bajar del tren, salieron de la puerta
trasera de la estación. Los periodistas y la gente del Mossad. Se dirigieron
directamente a la casa de Hermann. Mi esposa reconoció a Schurman. Estuvieron
una hora con Hermann y le dijeron que iba a ser arrestado”.
En 1972, el Gobierno de Golda Meir le pagó la
recompensa de US$ 10.000. Sin comentarios.
*
Gaby Weber *, Periodista alemana. Publicó diversas investigaciones que dan cuenta del lavado de dinero nazi en América
1 comentario:
Felicitaciones por el artículo. Estuve en febrero visitando a mi hijo en Münster y viajamos a Celle y a Bergen-Belsen(sorpresa me llevé cuando mi apellido estaba repetidamente en los archivos de víctimas del holocausto; y también el de mi esposa;entonces lloramos..):en cuál de aquellos montículos estarían nuestros ancestros parientes? desde dónde llegaron allí? De Holanda o Polonia o portugal? no lo sé...
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