Hoy no podemos menos que indagar a quienes palparon aquellos
tiempos tan remotos, que parecieran que fue ayer. Para ellos, era inimaginable
esa transformación que sufrió la naturaleza y todo lo que lo rodea a nuestra comunidad,
entre ellas, también, sus tradiciones…
Era difícil salir del letargo pueblerino, “con pausa y sin
prisa”. Esto se denotaba en el caminar cansino, hablar pausado, andar a caballo
o vestirse de traje, corbata y sombrero los hombres. Las mujeres: con polleras
largas o debajo de las rodillas. Entraban al templo, con
vestimentas especiales, blusas y vestidos de mangas largas. Las mujeres,
mantillas, velos de tul blanco o negro en la cabeza o de sombrero “paquetón”. Y
“¡guay!” quien no cumplía, debía permanecer fuera del templo...
Huevos de Pascua.
Puesto que el uso de huevos estaba prohibido durante la
Cuaresma, se sacaban a la mesa el día de pascua, coloreados para simbolizar la
alegría de Pascua. Esta costumbre se encuentra no sólo en la Iglesia Latina sino
también en las Orientales. El significado simbólico de una nueva creación de la
humanidad por Jesús resucitado de entre los muertos fue probablemente una
invención de épocas posteriores. La costumbre puede tener su origen en el
paganismo, pues una gran cantidad de costumbres paganas, que celebraban el
retorno de la primavera, se introdujeron en la Pascua. El huevo es el emblema
de la vida que germina al comienzo de la primavera. Los huevos de Pascua, se
les dice a los niños, vienen de Roma con las campanas que el jueves van a Roma
y vuelven cuando Cristo resucita…
Los huevos coloreados se usan por los niños en Pascua en
una especie de juego que consiste en probar la resistencia de las cáscaras
(Kraus, Real-Encyclopedie, s.v. Ei). Los huevos tanto coloreados como sin
colorear se usan en algunos lugares para este juego, conocido como
"escoger el huevo". Otra costumbre es el "rodar los huevos"
por los niños el Lunes de Pascua en el césped.
Buscando
huevos
Los padres esconden huevos de Pascua y dulces (por regla
general al aire libre) para que sus hijos los encuentren. Ann Elisabeth Samson,
la editora de Baby Center Canadá, explica que normalmente "hay búsquedas
de huevos de Pascua comunitarias. Es una forma divertida de unir a los vecinos
de un pueblo"
.
El Conejo de Pascua.
El Conejo de Pascua pone los huevos, por cuya razón están
escondidos en una madriguera o en el jardín. El conejo es un símbolo pagano y
siempre ha sido un emblema de fertilidad (Simrock, Mythologie, 551).
El Fuego de Pascua.
El Fuego de Pascua se enciende en la cumbre de montañas
(montañas de Pascua, Osterberg) y debe encenderse con fuego nuevo, obtenido de
la madera por fricción (nodfyr); esta es una costumbre de origen pagano de moda
por toda Europa, que significa la victoria de la primavera sobre el invierno.
Los obispos publicaron severos edictos contra los sacrílegos fuegos de Pascua
(Conc. Germanicum, a. 742, c.v.; Concilio de Lestines, a. 743, n. 15), pero no
tuvieron éxito en abolirlos en todas partes. La Iglesia adoptó la costumbre en
las ceremonias de Pascua, refiriéndola a la columna de fuego en el desierto y a
la Resurrección de Cristo; el fuego nuevo del Sábado Santo se saca del
pedernal, simbolizando la Resurrección de la Luz del Mundo de la tumba cerrada
por una piedra (Missale Rom.). En algunos lugares se arrojaba una figura en el fuego
de Pascua, simbolizando el invierno, pero para los cristianos del Rhin, Tirol y
Bohemia, a Judas el traidor (Reinsberg-Düringfeld, Das festliche Jahr, 112 y
s.).
Bendición del alimento.
Tanto en la Iglesias Orientales como en la Latina, es
costumbre que las vituallas que estaban prohibidas durante la Cuaresma se
bendigan por los sacerdotes antes de comerlas el día de Pascua, especialmente
la carne, los huevos, la mantequilla, y el queso (Ritualbucher, Paderborn,
1904; Maximilianus, Liturg. or., 117). Los que comían antes de que el alimento
se bendijera, según la creencia popular, eran castigados por Dios, a veces
instantáneamente (Migne, Liturgie, s.v. Pâques).
Bendiciones de la casa.
La víspera de Pascua se bendicen las casas (Rit. Rom.,
tit. 8, c. iv) en memoria del paso del ángel en Egipto y del señalar las jambas
de las puertas con la sangre del cordero pascual. El párroco visita las casas
de su parroquia; los apartamentos papales también se bendicen en este día. Sin
embargo, la habitación en que el Papa se encuentra con el cardenal visitante se
bendice por el mismo Pontífice (Moroni, Dizionario, s.v. Pasqua).
Campanas
y matracas
En los países germánicos, la celebración religiosa tiene un
giro curioso. "Entre el Jueves Santo y la misa del Domingo de Pascua, no
se oye repicar ninguna campana de iglesia, porque según la tradición religiosa,
todas han volado a Roma", dice Ilse Eichinger, editora de BabyCenter
Austria. ( en las colonias se usa todavía) "En su lugar los
‘Ratschenbuben’ (monaguillos que llevan matracas) van a trabajar haciendo mucho
ruido con sus ‘Ratschen’ (matracas de madera), rezando y cantando”. (En las colonias se usaban hasta la década
del 1960)
Risus Paschalis.
Esta extraña costumbre se originó en Baviera en el Siglo
XV. El sacerdote incluía en su sermón historias divertidas que podían producir
la risa a sus oyentes (Östermarlein), vg., una descripción de cómo el demonio
intenta mantener cerradas las puertas del infierno contra Cristo que desciende.
Luego el predicador extraía la moraleja de la historia. Esta risa de Pascua, al
dar origen a graves abusos de la palabra de Dios, fue prohibida por Clemente X
(1670-1676) y en el Siglo XVIII por Maximiliano III y los obispos de Baviera
(Wagner, De Risu Paschali, Königsberg, 1705; Linsemeier, Predigt in
Deutschland, Munich, 1886).
Juegos...
En Europa central jugar al balón fue una de las
diversiones de Pascua, que se encuentra también en Alemania (Simrock, op. cit.,
575). El balón puede representar al sol, que se cree da tres saltos al salir en
la mañana de Pascua. Obispos, sacerdotes y monjes, tras la estricta disciplina
de Cuaresma, solían jugar al balón durante la semana de Pascua (Beleth,
Expl.Div. off., 120). Esto se llamaba libertas Decembrina, porque antiguamente
en Diciembre, los señores solían jugar al balón con sus sirvientes, doncellas y
pastores. El juego de pelota estaba relacionado con una danza, en la que
tomaban parte incluso obispos y abades. En Auxerre, Besançon, etc. la danza se
ejecutaba en la iglesia a los compases del "Victimae paschali". En
otros lugares de Europa, también, el juego de pelota era un deporte favorito de
Pascua en el que intervenía la comunidad con el debido alarde y dignidad. Y en
Bury St.Edmunds, en años recientes, el juego se mantenía con gran ánimo por doce
ancianas. Tras el juego se celebraba un banquete, durante el cual se leía una
homilía sobre la fiesta. Todas estas costumbres desaparecieron por razones
obvias (Kirchenlex., IV, 1414).
Hombres y mujeres.
El Lunes de Pascua las mujeres tenían derecho a golpear a
sus maridos; el Martes los hombres golpeaban a sus esposas, como en Diciembre
los sirvientes reprendían a sus amos. Hombres y mujeres hacían esto "ut
ostendant esse mutuo debere corrigere, ne illo tempore alter ab altero thori
debitum exigat" (Beleth, I, c. cxx; Durandus, I, c. vi, 86). En los
lugares de Europa los hombres desfilan por las calles el Domingo de Pascua y
reclaman el privilegio de alzar del suelo tres veces a todas las mujeres, recibiendo
en pago un beso o una moneda de plata de seis peniques. Lo mismo se hace por
las mujeres con los hombres al día siguiente. En Neumark (Alemania) el día de
Pascua los sirvientes azotan a las doncellas con látigos; el lunes las
doncellas azotan a los hombres. Obtienen su liberación con huevos de Pascua.
Estas costumbres son probablemente de origen precristiano
(Reinsberg-Düringsfeld, Das festliche Jahr, 118).
Celebraciones.
Tras su larga y severa Cuaresma, hicieron de la Pascua un
día de diversión popular. Hay música, danzas, y todos los placeres de una
concurrencia popular; la misma costumbre prevalece en las ciudades de Europa.
Cualquiera podía entrar en los campanarios en Pascua y tocar las campanas, un
privilegio del que muchas personas se prevalen.
Raíces Germánicas…
Muchas de las tradiciones de Pascua no tienen un
origen judío ni cristiano. Por ejemplo, el nombre inglés "Easter" y
el nombre alemán "Ostern" derivan de raíces germánicas. Y los
rituales relacionados con el fuego, como la hoguera de la víspera de Pascua, o
de quemar ruedas de Pascua y empujarlas colina abajo, vienen de la heliolatría
germánica y céltica, es decir, de la adoración del sol. Incluso el popular
huevo de Pascua tiene su origen en otra creencia pagana: se consideraba un
símbolo de fertilidad. Hoy los huevos son sinónimo de la Pascua en muchos
países. Al final de la Cuaresma, se pintan de colores las cáscaras de huevos
duros, se decoran árboles o ramos de Pascua con figurines de madera y huevos
vaciados y pintados, y la gente hace la rosca de Pascua, hechas a base de leche, huevos y harina. Este
sabroso dulce fue en su origen un simple pan circular, que se amasaba en todas
las casas el Domingo de Pascua para festejar la llegada de la primavera y el
final del mal tiempo.
Pida el libro a nuescol@hotmail.com
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