Cooperativa Electrica
viernes, 6 de enero de 2012
Y llegaron los Reyes Magos… En el cielo, la estrella; en la tierra, las ilusiones…
Hace más de dos mil años, salieron los reyes Magos cumpliendo con su deseo y misión y murieron en un lugar determinado del mundo, pero no en la conciencia de los niños. Su viaje fue esencial y de algún modo eterno. Sobre lo que no existen dudas es sobre que ha sido mágica como lo siguen haciendo hoy en día.
Porque si hay algo que no se puede negar a estos maravillosos personajes es una de sus más maravillosos atributos ser ‘magos’. Porque mágica es su presencia en el mundo cada madrugada del 6 de enero.
SALIERON DE LA LUZ…
Tres reyes con alegría van guiados de una estrella, luces de noche y de día.
Esta estrella no es errante ni es cometa dividida que es un ángel que anunció a los pastores la dicha del nacimiento dichoso de aquel divino Mesías. Caminan los tres gustosos y llegando a Palestina la estrella se retiró porque así Dios lo quería. No preguntan por posada, no tampoco por comida. Preguntan por aquel rey que es el autor de la vida. Van al portal de Belén donde la estrella les guía. vieron al recién nacido en los brazos de María con grande reverencia se apostaron de rodillas. Y al niño de Dios adoran y a su madre esclarecida.
El uno le ofrece oro, el otro le ofrece mirra, y el otro le ofrece incienso que para el cielo caminan. Estos soberanos dones que ofrecen con alegría los heredaron de Abraham y de su genealogía. Otro ofrecen como rey de todas las jerarquías, el incienso como a Dios potencia grande infinita, la mirra como a mortal misterios que ellos creían. El día de los reyes celebró la iglesia misma su sagrado bautismo en enero a los seis días. Este día se pusieron los tres reyes a una pila donde fueron autorizados por su ley santa y divina. Tomás les echaba el agua y su nombre les ponía, a uno le puso Melchor, a otro Gaspar le ponía, a otro puso Baltasar ¡Oh que feliz compañía!
Los años que estos vivieron en esta mortal vida: Melchor vivió 120 ¡Oh qué edad tan florecida! Gaspar vivió 110. ¡Oh qué bién edad tan peregrina! Baltasar 83, también edad muy cumplida. En el año del setenta según la pluma lo dicta recibieron el martirio por la iglesia esclarecida.
Y ahora ilustres lectores, que estas líneas lean mándelos un regalo a un chico pobre para que logren la dicha del nacimiento dichoso de aquel divino Mesías.
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