Atrás dejamos las sendas que nos trajeron alegrías y llantos, pequeños altos en un camino que, aunque duro, todos deseamos vaya para largo. Pero ahora, parece que hemos cambiado el paso y que otros comienzan a adelantarnos al grito de que nos vamos haciendo viejos. Admitimos, aunque con regañadientes, que nuestra zancada no sea tan joven e intentando ganar el ritmo perdido echamos mano de nuestras experiencias de la larga caminata que hasta aquí nos ha llevado.
Definitivamente, nos vamos haciendo mayores ¿Y qué? Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado, como decía Quevedo. Iniciada la reflexión, aquí tienes una serie de hechos para que tú mismo compruebes si en lo que sigue te reconoces…- Si ya has comenzado a explicar tus batallitas imitando las que el abuelo te contaba, repites a tus hijos lo que hace cuatro días tu escuchabas como “Vuelve pronto…A ver lo que haces…Yo, a tu edad…” y ,en el fondo, lo que quieres es que estén juntos otra vez por lo menos una vez a la semana…
- Si allá donde vas todo el mundo te habla de usted y hace ya tiempo que tratas de olvidar los años que cumples…
- Si aprendiste con los libros de tu hermano más mayor y con la regla del maestro; entre filas y guardapolvos blancos como la nieve, formación ciudadana y que junto a los grandes próceres estaba Perón ni tenías educación física ni por asomo, e ibas a jugar a la pelota aunque sin cambiarte de ropa…
- Si llevaste algún que otro remiendo en los pantalones, la camiseta de tirantes y aquellas alpargatas de con suela de arpillera o por lo menos vos te parecían…
- Si has empezado a buscar viejos amigos olvidados de escuela o colegio secundario; o te has metido a desempolvar cosas del desván…- Si cuando Amstrog pisó la Luna creíste que era el tráiler de la película 2001 o que Yupi hacía de las suyas…
- Si te pasó por la cabeza lo de ser hippie y al final no te dejaron…
- Si viviste que el cine empezaba con un león que rugía que estremecía toda la sala, te gustaron los películas de cowboy, y alguna que otra de Sandokán; si pasaste la fila para ver el Último Tango en París o te conformaste con el Destape…
- Si comprabas las revistas Tony o Patoruzú o el Guerrero del Antifaz,… mientras oías los discos dedicados por radio, y escuchabas música a las tardecitas por altavoces ubicada en lugares estratégicos, pero siempre en el centro del pueblo…
- Si ibas a cambiar tebeos o novelas Corín Tellado o ibas a comprar las novelas de western y lo guardas todavía en el arcón del sótano…
Entonces llegaste a la edad de las añoranzas…
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