Porque si hubiere un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, que no transfiriera el saldo disponible de un día al día siguiente, no te permitiera conservar efectivo y, al final del día, cancelara la parte de esa cantidad que no hubieras gastado... ¿Qué harías? Por supuesto, sacar cada día hasta el último centavo y aprovechar todo el dinero. Pues bien, tal banco existe, se llama "tiempo". Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de emplear provechosamente.
Nunca transfieras saldos, ni permite que te sobregires. Cuando no usas lo disponible de ese día, el único que pierdes eres tú. No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques sobre mañana. Depende de ti invertir ese preciso caudal de horas, minutos y segundos para obtener los máximos dividendos en cuanto a salud, felicidad y éxito.
La suma de muchísimos ayeres forma mi pasado. Mi pasado se compone de recuerdos alegres... tristes... Algunos están fotografiados y ahora son cartulinas, donde me veo pequeño, donde mis padres siguen, siendo recién casados, donde mi colonia parece otra. El día de ayer pudo haber sido hermoso día... pero no puedo avanzar mirando constantemente atrás. Corro el riesgo de no ver los rostros de los que marchan a mi lado.
Acaso el día de mañana amanezca aún más hermoso... pero no puedo avanzar mirando sólo el horizonte, corro el riesgo de no ver el paisaje que se abre a mi alrededor.
Por eso prefiero el día de hoy. Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme con su frío, sentir como cada instante me dice ¡Presente!
Sé que es muy breve que pronto pasará, que no voy a poder modificarlo luego ni pasarlo en limpio... como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana: es un lugar que todavía no existe. Ayer, fui. Mañana, seré. Hoy, soy.
Por eso te digo hoy que te quiero... Hoy te escucho... Hoy te pido disculpas por mis errores.
Hoy te ayudo... Hoy comparto lo que tengo... No me guardo palabras para mañana... Porque hoy respiro, transpiro, veo, pienso, oigo, sufro, huelo, lloro, trabajo, toco, río, amo... Hoy. Hoy estoy vivo. Como tu.
Héctor Maier Schwerdt
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