Municipalidad de Coronel Suarez

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Cooperativa Electrica

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miércoles, 6 de abril de 2011

1996 – 6 de abril – 2011… Quince años, siempre con creatividad para ¨atrapar¨ el tiempo, buscando en nuestro pasado para rescatarlo hacia el futuro. Nuestras raíces nos sostienen!!!!


 
Un suplemento que es vida y pasión de nuestra etnia alemana

Llega  el Suplemento “Unsere Kolonien” a su decimoquinto aniversario palpitando, como desde sus inicios, la historia viva de la etnia alemana, apuntando con énfasis a los alemanes del Volga...

Esa historia  que se construye a diario y se escribe a diario, es que un pueblo va construyendo su futuro todos los días, con cada decisión, con cada hecho, con cada acción. Y al mismo tiempo, el suplemento de nuestras colonias va tomando nota de los acontecimientos y va escribiendo la historia... 

Muchos lectores guardan un recorte, una fotografía, una curiosidad, un artículo que les pareció interesante. Recortes de un semanario, que son, al fin de cuentas, recortes de nuestra vida, de la vida cotidiana. Nos enorgullece que todas las expresiones  de lo cultural, del trabajo, del adelanto coloniense, del desarrollo, de lo social y deportivo hayan contado con el estímulo y colaboración de este medio. El suplemento no es sólo la memoria de un pueblo. Es también su imaginación…

Al dejar sentado ese valor histórico, indiscutible, ineludible, el semanario es también un actor social. Un constructor del futuro, un referente del presente que imagina y da forma al mañana. El suplemento es y debe ser un factor de ayuda para que contribuya a moldear el futuro...

Nuestra  filosofía

 El Suplemento  no es una fábrica de imprimir papel. Es mucho más que eso. Tiene un compromiso claro con nuestras colonias alemanas, y busca, todas las semanas que estas colonias conserven sus equilibrios, se alimente en la pluralidad y tenga el espacio para renovarse y crecer. Hemos mantenido una línea de conducta coherente, hablando el idioma superior del decoro y la fraternidad, ratificando permanentemente el compromiso con los principios  que nos dieron origen...

 Quince años

Quince años son innegablemente muchos para una obra de esta naturaleza, cuya existencia está sujeta no solamente a la voluntad del hombre, sino también a otros factores importantes para vencer la adversidad. La prolongación en el tiempo de un periódico está ligada a múltiples circunstancias, la principal de ellas es la de llenar en el medio elegido para su aparición un cometido útil, cubrir una necesidad, ocupar un vacío, constituir un elemento de efectiva comunicación. Es de señalar,  también, que desde hace unos meses  brindamos una atractiva página de Internet, que es una de la más visitada en toda la región...


Son sustanciales la rectitud de sus procedimientos, la fortaleza de su prédica y la sinceridad de sus propósitos. Es que dar forma y darle continuidad a un semanario demanda, además del lógico entusiasmo, una férrea determinación para afrontar los obstáculos que surgen inevitablemente en el camino, y además  estar dotados del suficiente coraje para enfrentar, a quienes creen que la prensa no debe ser una editorial al servicio del pueblo y su gente...

Que, además de haber contribuido poderosamente a fijar mi destino, afirmando de un modo decisivo e irrevocable mi vocación, fue el origen de la gran fuerza moral que me ha sostenido siempre en mis horas de lucha y en los momentos de vacilación y de duda que yo, como todos los hombres, he sentido alguna vez. Y es la total confianza puesta en mi persona por el señor Eduardo Minich, dueño y director del diario. En aquellos tiempos, aun no sabía que nadie es tan bondadoso e indulgente para apreciar el valor de la obra ajena, como los que, además de saber, son realmente nobles. Así a todos y cada uno de los integrantes del diario les elevo mi eterno agradecimiento...

Que por ello trabajé tan afanosamente, puse tanta voluntad y buen deseo, tanta dedicación y entusiasmo en el cumplimiento de mi deber, que introduje en conquistar el corazón de los lectores interesados en la historia de los Alemanes del Volga, la benevolencia de las demás colectividades y la consideración de los eventuales colaboradores, como Vicente Schwab y tantos otros…

La constancia de la fe en lo que estaba haciendo la da la prueba de que durante mi afán vocacional ni por un instante dejé de pensar en los abuelos ¡a quienes tengo tanto afecto! Ni de preocuparme de ellos y de su historia. Que son la causa de mis signaturas. ¡Pudo faltarme quizá la sapiencia, pero no el corazón; pudo haber y seguramente hubo otros más competentes, pero no más entusiastas. ¡Esta es mi gloria, humilde y sencilla; pero, gloria al fin!...

A muchas de estas páginas las he cubierto ya el tiempo de pálida amarillez eso me parecen siempre tocados por la mano grácil de la virtuosa  lozanía. ¡Me traen tantas y tan dulces memorias! ¡Evocan tantas horas de redacción, de vagos tanteos, de afortunados aciertos, de hondas melancolías y de pasajeros desalientos!...

Para aquellos que hemos tenido la tribulación de ver menguar nuestras energías físicas por complicaciones en la salud, pero eso sí, sin sentir turbado nuestro espíritu, ni obscurecida nuestra mente, ni endurecido el corazón, nada es tan dulce y consolador como esas evocaciones retrospectivas que fueron en mis andares literatos, el faro que me alentaban a seguir y seguir, pues en mi mente se había impuesto que cada sábado lectores esperaban con ansias el suplemento. Junto con la protección del buen Dios, que estaba siempre a mi lado, sin olvidarme de los médicos que tan bien me atendieron…

El Suplemento que tiene el poder de hacernos revivir días ya lejanos embellecidos por el crepuscular recuerdo de una vida clara, simple y tranquila. Tienen los amables recuerdos del ayer la intensa y misteriosa poesía de estas ráfagas que, alguna vez en la vida, llegan a nosotros cargadas de perfumes exóticos; impregnadas de suavísimas aromas de particular e inédito encanto. Muchos de estos trabajos, que en otros días me parecieron de primoroso estilo e invencible encanto, hoy, hacen asomar la sonrisa a mis labios y me parecen de una ingenuidad curiosa. Pero, nada de cuanto escribí para mis lectores es trivial, no hay línea que no responda a un ideal honrado o que no respire dignidad, entusiasmo, virtud o esperanza...


Sea éste aniversario un humilde homenaje de nuestros más profundos respetos y agradecimiento a los lectores y auspiciantes, que constituyen el  sostén de este medio y que  hicieron posible que llegáramos hasta aquí y con vuestra comprensión seguiremos estando, siempre junto a ustedes...

La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta. Que el “Buen Dios” les bendiga a todos.

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