Organizado por Rotary Club ‘Las Colonias’
La música y los recuerdos de antaño, cuando la base de todo festejo familiar o comunitario pasaba por el instrumento convocante, dominaron la escena del séptimo Encuentro Regional del Acordeón realizado el sábado en el Polideportivo de Club ‘El Progreso’.
Gran cantidad de público se dio cita el sábado por la noche en el Polideportivo del Club Social, Deportivo y Cultural ‘El Progreso’ de Pueblo Santa María para asistir a la séptima edición del Encuentro Regional de Acordeones que organiza el Rotary Club Las Colonias. Un giro distinto tuvo esta edición ya que el baile que antes era amenizado por una agrupación específica, esta vez fue amenizado por los propios acordeonistas que expresaron libremente sus preferencias, que abarcaron los más diversos ritmos y expresiones musicales, polca, chamamé, tango, vals, fueron algunas de ellas.
Después de aquel encuentro realizado en el año 2010, que casi coincide con la Fiesta del Bicentenario, se transformó en una tradición aquello de comenzar el encuentro con todos los acordeonistas en el centro de la pista y con su instrumento llevar a los oídos de los asistentes las tonos del Himno Nacional, que fue cantado con sentimiento de argentinidad por todos los presentes, mientras que en el escenario músicos con instrumento s de vientos le daban vida a los acordes de la canción patria. Sí, fue ejecutado por miembros de la banda Bartolomé Meier, Luis Meier y su hijo, Emiliano Seitz y Agustín Meier y sus maderas junto al acordeón de Franco Stann y el teclado de maestro Carlos Polak quien por otra parte acompañó a casi todos los músicos que pasaron por el escenario.
La apertura de la noche se produjo con la entrada de todos los músicos que interpretaron una polca tradicional de la colectividad alemana, tras lo cual se entonó el himno y se comenzó con la fiesta, donde además de escuchar a los acordeones se pudo bailar durante toda la noche del sábado.
Hace siete años que Rotary Club ‘Las Colonias’, a partir de una excelente idea de Marcelo Fuhr, festeja el Encuentro Regional del Acordeón. Todos sus integrantes piensan que Nicolás Avellaneda tenía mucha razón cuando decía: el Pueblo que olvida sus tradiciones pierde el rumbo de su destino. Es por eso que año a año se adentran en las tradiciones para devolverlas al pueblo.
El sábado los rotarios pudieron recrear aquellos climas de bailes familiares, en donde se divertían todas las edades y en las que el centro musical era el acordeón y así fue, todos disfrutaron de la diversidad de temas que el instrumento permite ejecutar, estuvieron los que sólo se disfrutan con los oídos hasta aquellos que las piernas piden compañía y así copar la pista de baile.
Después de aquella presentación comenzó la música, que casi sin interrupciones se prolongó hasta bien entrado el domingo.
La noche comenzó con Carlos Polak quien se acercó al encuentro con sus alumnos, siendo ellos Alexis Schamberger, Tomás Schenfeldt (este de pueblo San José) y Martín Maier, quien con sus nueve años es uno de los más jóvenes en ejecutar ese complicado instrumento llamado acordeón.
Después, fueron subiendo al escenario distintos ejecutantes, entre ellos Reinaldo Herlein, Mario Streitenberger, Raúl Fernández, Roberto Aldemar, Franco Stann, Roberto Wagner, Carlos Lombardo (acompañado por Gaffard) y José Carrasco, el legendario músico que alegró muchísimas noches en Santa María y que irrumpió en el escenario con un obsequio para todos, lo hizo con la polca ‘Para los amigos’, una composición personal y que se las dedicó a aquellos con los que compartió centenares de noches.
Entre otros, completaron la noche del encuentro de acordeones los músicos José Schmidt y Roberto López, un excelente acordeonista que hace un tiempo atrás tuvo un accidente y perdió uno de sus dedos, situación que lo marcó porque parecía que no iba a poder ejecutar más el instrumento que lo desvelaba, pero no fue así y lo demostró con creces el sábado último, dejando las mejores interpretaciones de temas clásicos para el acordeón. Fue uno de los momentos más emocionantes de la noche, más aún cuando López anunciaba sus triunfos en distintos encuentros folclóricos.
La participación de más ritmo de la noche fue la que dejó Ermelinda Herlich, quien viajó desde Dofaur y dejó toda su impronta en el escenario, tanto que fue la más bailada de toda… seguramente por la alegría que transmitía desde el escenario.
Para sintetizar, una noche de música, alegría y regocijo, cargada del orgullo que significa estar rindiendo homenaje a los antepasados, aquellos inmigrantes que llegaron de todos los países y que además de sueños, esperanzas y mucha incertidumbre, trajeron el acordeón con el que amenizaban las pocas horas de diversión que les quedaba después del arduo trabajo diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario