La gente que no hace lo que predica sino todo
lo contrario, es una de las variedades mas execrables del genero humano. Vivir
de acuerdo con principios y normas mas o menos coherentes es un trabajo arduo
de demanda mucho esfuerzo cotidiano a lo largo de toda una vida. Las personas
que han elegido ese camino difícil tropiezan con toda clase de obstáculos
En nuestras sociedades consumidas por el
consumo, drogadas con tranquilizantes, estimuladas con exhibicionismos y
torturadas por sistemas económicos, políticos y sociales que varían desde las
dictaduras fundamentalistas a los capitalismos donde los trabajadores
explotados es el lema de la eficiencia y la llave de la angustia que abre las
puertas de la incertidumbre, pasando por sistemas mixtos jaqueados
permanentemente por lobbies del poder, la vida es un largo peregrinar golpeando
puertas que nunca se abren y que cuando lo hacen es a cambio del alma del
solicitante. Vivir con una conducta equilibrada, armónica y sensible es como
enfrentar todos los trabajos de Hércules con baja presión.
Pero se puede, “cuesta uno y la mitad del
otro”, pero se puede. La cosa es saber quien quiere ser uno y con que cuenta
para hacerlo valer. Lo difícil es hacer el inventario de nuestras “Reales
necesidades interiores” y no confundirlas con las que los otros piensan lo que
ellos y uno deberían tener.
Es por eso, por saber todo lo que no es
imprescindible, que uno sabe de memoria lo que mucha gente no tiene y sí
necesita. Y si tanta gente vende el alma por superfluo, es de imaginar que
puede suceder con el alma de los que carecen de lo elemental. Por eso nuestra
sociedad no leería ser hipócrita ni refugiarse en un sálvase quien pueda que,
aparte de ser antipático, es un pésimo “negocio” ya que no hay nada peor que
una mayoría dispuesta a vender el alma al primer iluminado que les prometa un
mejor pesar a cambio de ciertas libertades. Ya les pasó muchas veces a
sociedades aparentemente civilizadas.
¿Cuándo se avivarán los de arriba con lo poco
pero bueno que los de abajo necesitan?
Héctor Maier Schwerdt
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