En “el camino” no son los pies del caminante
los que dejan su huella, sino los de su Alma borracha por el vino de la Verdad
que, impulsada por el hálito divino de aquél que la forjara a fuego con su
sello, va impregnando el paisaje con la delicada fragancia de la Belleza
Sublime.
La verdad es que corremos tras de todo,
como queriendo alcanzar aquello que se torna efímero a causa de las
expectativas creadas, buscando más adelante un poco de satisfacción, siempre
más adelante, postergando y postergando en el eterno juego de “lo mejor es lo
que vendrá”. Desechamos la oportunidad de disfrutar el ahora; corremos
desesperados sin saber detrás de qué, sin la más mínima idea de lo que
queremos, seguimos a las masas solo porque así nos enseñaron. Lo que está bien
y es aceptable es solo aquello que la mayoría cree que ES.
Vamos rápido y nos justificamos diciendo “el ritmo en que se presenta
la vida es así“…”Mi trabajo es así”…”No me queda otra que aceptarlo”. Cuando tendremos tiempo para
preguntarnos: ¿De dónde vengo y adónde voy?, ¿Qué he venido a darle a la vida?
ó ¿Qué quiero para mi vida? Dejar de identificarse con ideas o parámetros y
decidir Ser de acuerdo a nuestros propios deseos, escuchar nuestro corazón y
mantener firme nuestro propósito es el verdadero camino, es un camino de vuelta,
de regreso a nosotros mismos, un camino hacia el interior de nuestro ser.
El verdadero camino es aquel que hemos de recorrer en nuestro más
ansiado regreso a casa. Hemos olvidado lo que somos y solo podremos recordarlo
si nos enfrentamos a ello, si perdemos el miedo a hablar con nosotros mismos,
si nos atrevemos a SENTIR aquello que viene de lo más profundo del corazón. Si
estás perdido en el camino, si te sientes cansado de caminar sin llegar a
ningún lado, si sientes que nunca llegas y que vas como “un burro detrás de la
zanahoria”, si éstas desahuciado y piensas que tu vida es así, y que nada
puedes hacer al respecto, es hora de que comiences a observarte y emprendas con
entusiasmo el maravilloso viaje de regreso que te sumergirá en las
profundidades del Ser.
Todos somos caminantes transitando la vida, vamos recorriendo el
camino en busca de la felicidad anhelada. Si tan solo camináramos atentos a las
maravillas que nos presenta el camino, si tan solo camináramos observando el
paisaje, si tan solo camináramos sonrientes y alegres, si tan solo camináramos…!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
EXTRACTO DEL LIBRO "TU MAESTRO INTERIOR"
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