Este hombre, que fue durante muchos años (alrededor de 30) encargado del Cementerio de Pueblo San José, que conoce el lugar como la palma de su mano, que puede identificar cada una de las parcelas como si fuera un registro de catastro viviente, tuvo el último miércoles un gesto que lo pinta tal como es: una muy buena persona. Había ido, como cada miércoles, a retirar las boletas de su juego de azar a un comercio sobre la Avenida General San Martín, cuando encontró entre el cordón y la rueda de su vehículo un grueso fajo de billetes. Miró para cada lado, no se veía a nadie buscando algo perdido; esperó entre 15 y 20 minutos y tampoco apareció nadie.
Entonces fue a La Nueva Radio Suárez y habló con Oscar Durand, quien le dijo
que un momento antes había llegado una pareja muy angustiada porque habían
perdido $9.000 en la vía pública.
Concretó el contacto telefónico y Don José se fue a esperar a su casa en
Pueblo San José a que retiraran el dinero.
Como tiene una quinta en el fondo de su vivienda muchas veces los vecinos
vienen a buscar pepinos, zapallitos y otros productos frescos.
Era bien entrada la noche cuando una vecina tocó el timbre de su casa. Son
conocidos, vecinos o amigos, pensó, que venían a buscar pepinos como en otras
ocasiones. La mujer lloraba y le explicó que eran ellos los que habían
perdido el dinero. Contento por el deber cumplido, Don José le entregó a
Oscar Steimbach y su esposa los $9.000 que esa tarde habían perdido.
Hombre trabajador, responsable, comprometido. Esto es lo que demostró en
todos sus años de labor como encargado del Cementerio.
Cuando se jubiló en el año 2000 ocupó su lugar su hermano y ahora está allí
trabajando su hijo, pero sigue siendo referencia para quienes buscan el lugar
donde están sepultados sus seres queridos.
Hoy, en su vida de jubilado, sigue trabajando tanto como antes: construye el
garaje para su hija, se ocupa de la quinta y con su esposa tienen bien
ordenado y cuidado el hogar familiar.
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