Mir ene lacht und aug poor treine sai ge’lohwe,
weigene mir ene sum eschte moul unser dialek and Teather ge’eird… (Nosotros reímos y lagrimeamos porque
escuchamos por primera vez una obra teatral hablada en nuestro dialecto)
El Grupo de Teatro “Die
Drittkoniere” puso en escena el rescate de un sonido muy entrañable a Nuestra
Gente: la musicalidad de las palabras que resonaban y resuenan en los hogares,
en las calles, en los trabajos, en los lugares de encuentro. Todavía existen
pequeños refugios (cada vez menos). Y la única manera de apoderarse de un
sonido es reproduciéndolo por medio del Arte Escénico y ellos encontraron una
manera de “guardar”, atesorar, restaurar, las voces de “von unserlait” a través del teatro...
Oscar
"Divertida y curiosa
obra"
Y se presentó con una obra tan diáfana,
tan plena de humor y de amor, tan bien traducida al idioma cotidiano de las
colonias, que es digno de destacar y valorar en su justa medida el gran acierto que presentó el Grupo, bajo la dirección de Oscar, con la ópera clásica de Moliere “Tartufo”, Y son tan ciertos los diversos
planos de interpretación posibles que, a guisa de ejemplo, algunos que se me
ocurren: hay en la superficie de esta comedia brillante, una familia con simpáticos
personajes que comienza por imprimirle un saludable aire de ternura y simpatía.
Hay un definido retrato de caracteres y aún una aproximación al perfil de un
pueblo, el alemán del Volga, muy particular y preciso. Pero por encima de
pueblos y maneras de ser, como moraleja, nos deja la enseñanza bíblica: “quien
esté libre de pecados…). Pocas veces quienes vemos teatro, tenemos la
oportunidad de salir de una sala con el ánimo ya retemplado, después de asistir
a una lección de alegría tan vitales. Y esto, en épocas como las actuales, no
es poca cosa…
La aparición de personajes habituales en las colonias alemanas, hacen que sea una comedia de Alto Vuelo, graciosa, que rompe con las situaciones ordinarias, que están acostumbrados a mostrarnos. “Tartufo de Moliere” en una versión libre en alemán antiguo, cuya idea, traducción, dirección y puesta en escena es del talentoso director Profesor Oscar Recovski, nos provoca curiosidad, nos sorprende y nos divierte. Los personajes que van apareciendo en casa de un próspero hombre de campo, y muy cristiano provocan situaciones humorísticas y divertidas, en aumento. La situación se complica y los enredos van increscendo hasta hacernos desear que la obra no termine nunca. Por momentos aparece el discurso aleccionador... pero le da más suspenso y solidez al espectáculo.
La excelente pluma y dirección de Oscar y el nutrido grupo que interpreta con su gran conocimiento del teatro, garantizan que “Tartufo” sea una comedia reidera, humana y a la usanza nuestra...
"El pasado es un arma cargada de futuro"
"Toda discusión sobre la
valoración crítica de la comedia –si su calidad debe medirse por la cantidad de
risas que produce- se beneficiaría. Hay en la obra situaciones cómicas, otras
directamente risibles, réplicas chistosas; pero cada uno de estos momentos, que
no escasean, tiene un regusto, convoca una reflexión del espectador. La vida
que muestra la obra es la realidad tal cual era en la antigüedad no tan lejana;
pero también encontramos al mundo no menos humano, del deber ser. Así cumple
Oscar Rekovski con el mandamiento de Moliere, cuando dijo que el teatro debe
pintar la vida como es pero también, un poco, como debiera ser; dictamen
paralelo a la frase de Wilde de que no había mapamundi completo que no
contuviera el dibujo del país de la Utopía…
Gracias al poderoso espíritu de
síntesis de Oscar, que no dispersa, sino que enriquece el cuadro con nuevas
dimensiones; nadie tiene toda la razón y nadie está totalmente equivocado y
todo se encaminará, final y felizmente, hacia un nuevo compromiso
creador." Y lo pequeño se nos reveló al fin, en la dialéctica del teatro,
grandioso y conmovedor."…
"A través de la risa"
"A través de la risa"
La obra es ejecutada por los
actores con el propósito de demostrar la imperiosidad de guardar las
tradiciones y costumbres de nuestro particular lenguaje, una forma de defender
los recuerdos. De la realidad-ficción, surge un realismo reflexivo que erradica
el realismo ingenuo o trivial, debilitando la estática lineal que confundiría,
en una suerte de coincidencia abusiva, lo concretamente representado y su imagen.
Alcanza un clima donde se vincula –sin mezclar-, la percepción y la
conceptualización; la pura emoción y la historicidad. La pieza es una alegoría
transparente de lo que era la realidad que, (recrea, con gracia y calidez) las concepciones culturales atávicas. La madurez estética les permite manipular
las tensiones, a través de un certero trazo textual, que carga la acción de
sentido reidero tanto como la aligera con el chispazo de un humor finamente
compuesto. El crescendo se hace vital, dinámico y los conflictos se revelan,
atinadamente, mediante pronunciamientos de buena comicidad con prescindencia de
artilugios estrepitosos...
En la forma astuta en que está
planteada, la obra lleva al interés de todo público, que sin duda transcurre
con el creador de tan loable ideario, placenteramente, el peso de las
tradiciones familiares y culturales y la proyección de los herederos de dichas
tradiciones en los nuevos tiempos constituyen las piezas fundamentales que pone
en juego. Sin olvidar en absoluto esa ascendencia aquí reflejada en la inefable
aparición de un familia con el fuerte patriarcado que le preocupa la
descendencia propia y ajena en un mundo más integrado. Lejos de inclinarse por
el manejo de una historia de ribetes, prefiere echar mano del lenguaje del
humor, apelando al buenhumor de las comedias.
(OASIS)
Adaptada, traducida, por el talentoso director Oscar Rekovski, fue estrenada por un grupo de intérpretes locales con favorable repercusión de crítica y público. La obra dura alrededor de noventa minutos, está hábilmente estructurada planteando con acierto y gracia diversas situaciones, oscilando entre lo divertido y lo reidero.
Las magnificas actuaciones
de los personajes… son por orden de aparición: Lorena Bohn, Juana Schneider,
Melisa Streitenberger, Juany Geringer, Alicia Schneider, Graciela Schneider,
Rubén Rohwein, Atilio Grenz, Héctor Sauer, Ivan Weisbeck, Claudio Graff, Abel
Schneider y Luis Rohwein Diseño Gráfico: Agustín Sieben; Maquillaje: María
Villanueva – Ivana Pousa; Realización Escenográfica: Goyo Streitenberger;
La
producción a cargo del Grupo de teatro “Die Drittkonire”. Bajo una Idea,
Traducción, Dirección y Puesta en escena de Oscar Rekovski. Dios les conceda
mil veces bendiciones por la noche divertida y alegre que nos hicieron pasar. Y
ojalá que este sea el comienzo de una nueva era para teatro coloniense,
material humano poseemos y del bueno.
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