Pueblo Santa María ( Die Drittkoni’e)… Heute ist Kerbpadroun und morgen ist die Kerb… Manteniendo indemne la exaltación de la “Kerb” Wir wünschen Euch eine frohe und schöne Kerb!

Como ayer, como hoy, como siempre, allá lejos en el tiempo, vuelve a realizarse durante este fin de semana, la conmemoración que caracteriza a toda colonia de descendientes de alemanes del Volga. Exteriorizando en su perpetración la aptitud humana de su gente y el afecto hacia las tradiciones que los ancestros nos transmitieron. Sustentando incólume el ardor de la fe: tea inmune que orienta cada festejo de Kerb y alumbra a los colonienses con su gracia etérea…

En esta fiesta en que la religión y la reunión familiar en torno a la mesa se fusiona armonizándose con los actos sociales organizados por las instituciones. Todo adquiere un fulgor y un esplendor preponderante, donde la solemnidad y la excelsitud de las conmemoraciones religiosas brotan con la sencillez y la plenitud de los sentimientos de la fe…

Son estas nuestras costumbres tan arraigadas que sus orígenes se remontan allá lejos donde comienza nuestra historia traspasando los tiempos, pues es increíble hallar el verdadero origen de cada anillo que hace a la cadena de actos eclesiásticos y familiares que se celebran con motivo de la “Kerb”…

Hoy como ayer, constituye la máxima fiesta de las colonias. Antiguamente, las fiestas se celebraban durante una semana, organizándose numerosos eventos sociales alrededor de los  actos religiosos…

“Die Kerb”, tal como se pronuncia, proviene del centro-oeste de Alemania, lugar desde donde, hace casi 250 años, emigraron a Rusia los antepasados de los alemanes del Volga que hoy en día viven en las colonias de Coronel Suárez. Es decir que el origen etimológico de la palabra “Kerb” en nuestro dialecto  “Hessiano” se remonta a varios milenios y  que simboliza el día de la consagración de la iglesia…

Más en que a estas tierras despobladas las convirtió en escenario histórico y trascendente de la llegada de los Alemanes del Volga que sin más que su férrea voluntad, venían alternar con la llanura y la soledad. Eran seres humanos avezados a lindar con todos los sufrimientos y en sus alforjas sólo había esperanzas y para unir sus gastadas fuerzas se convirtieron en colonizadores, el volver a empezar. Buscaban un espacio para vivir y trabajar sosegando su ajetreada existencia, cuyos vaivenes los sometían a incontables penurias. Sobrepujaron las dificultades, los escollos ofrecidos en estos lares aun salvajes. Que cayeron vencidos por la fe y decisión visionaria. Deseaban saturarse de libertad, brindar sus energías, fundar sus hogares, dar un destino feliz a la familia...

Kerb es un evento que se espera con expectativa durante todo el año. Un momento en el acontecer de la historia coloniense en que todos se reúnen en torno a este ancestral festejo. Y como desde los albores de nuestra historia, el hogar familiar es el punto de reunión, dónde se reunían todos los familiares y amigos venidos de otros lares…

Desde tiempos arcaicos, “Die Kerb” marcaron un hito dentro de la historia cotidiana de la comunidad. Así quedará evidenciado en los variados actos que se elaboraron al efecto. Y el desfile que se llevará a cabo mañana, seguramente volverá a ser el centro de gravitación y el de una notable concentración de concurrentes. Allí se podrá percibir un  conjunto de todo el dinamismo y el desarrollo social, cultural, educacional e institucional que viene solidificando año tras año la comunidad. Como asimismo lo serán los variados eventos que preparan las diferentes instituciones…

 “Die Kerb” fueron desde tiempos antiguos un lugar de peculiaridad entre los colonienses, este ideal se prolongó por los siglos enardeciendo en nuestros ancestros manteniendo invulnerable esta sacra flama…

Está en nuestros corazones renovar año tras año esta tradición, manteniéndola enarbolada frente a los sucesos de la vida diaria. También, es menester y en ello va también nuestro compromiso, mantener inalterables estas costumbres, pues ellas representan valores indelebles que nos confieren una identidad única.

                               El desfile es tan familiar que hasta las mascotas llevamos al desfile