Un hombre se acercó a un anciano y le preguntó:
- “¿Qué milagros eres tú capaz de hacer?”
El anciano respondió:
- “Yo cuando duermo, duermo. Cuando como, como, y cuando hablo contigo, hablo contigo”.
- “Pero eso no es ningún milagro - respondió el hombre alzándose de hombros -
Yo también duermo, como y hablo contigo”.
- “No - respondió el anciano - cuando tú duermes, sueñas con las preocupaciones del día que ha pasado, cuando comes, piensas en mil cosas que has hecho y que harás, y cuando hablas conmigo, estás pensando en tu respuesta antes de que yo haya terminado de hablar. En cambio, yo cuando duermo, duermo. Cuando como, como, y cuando hablo contigo, hablo contigo. Este es uno de los secretos de la vida: estar consciente de cada cosa que hacemos, sintiendo el milagro presente de estar vivo”.
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