El periodista galés Gareth Jones se enteró del hambre y decidió averiguar lo que estaba sucediendo por sí mismo. En marzo de 1933 viajó a Moscú y tomó el tren hacia el sur largo viaje a la ciudad ucraniana de Járkov…
La nieve había caído pesadamente mientras caminaba por las vías del tren en el campo y vio que "no había pan, muchos niños tienen estómagos hinchados casi todos los caballos y las vacas habían muerto y la gente se estaba muriendo". Me di cuenta de que la frecuencia parches esqueletos secos de las malas hierbas del año pasado se asomaba por encima de la nieve... escuchó a los aldeanos que decían 'Estamos esperando la muerte”…
Su colega Malcolm Muggeridge también visitó Ucrania y el Cáucaso del Norte a principios de 1933 y escribió, de la hostilidad que está sucediendo entre el Gobierno y sus campesinos. Era como un campo de batalla era tan desolador como en cualquier guerra, y se extendía por doquier y en general...
Por un lado, millones de campesinos, muertos de hambre, a menudo sus cuerpos hinchados, con la falta de alimentos, por el otro, los soldados, miembros de la GPU [la policía política], que llevan a cabo la instrucción de la dictadura stalinista. Se había ido del país como un enjambre de langostas y se llevaron todo lo comestible, sino que habían disparado a los habitantes de las aldeas y deportado a miles de pueblos campesinos a veces enteros. Habían reducido algunas de las tierras más fértiles del mundo en un desierto triste”…
Las voces de Jones y Muggeridge dos raros ejemplos de la integridad humana y periodística de los que escribieron lo que habían visto sin tener en cuenta el impacto que tendría en sus carreras. Sin embargo, la mayoría de los periodistas con sede en Moscú, sabía de la hambruna, pero estaban contentos de ocultar la muerte de millones de personas a cambio de sus cheques de pago…
Pero en realidad el registro histórico muestra que los periodistas, escritores y los académicos han estado llevando a cabo truco de un mago de la mano con la verdad, arrastrando las palabras como el paquete de un mago de cartas, así, hábilmente, desviaban la atención lejos de la realidad incómoda, de lo quedó demostrado en las fotografías de los cadáveres en el archivo estatal de Ucrania y hacían una cuenta parcial de la verdad. Magia, por supuesto, pierde la mayor parte de su encanto cuando el secreto del truco se expone...
Sin embargo, gran parte de los historiadores revisionistas, que en las últimas décadas se han enfrentado a lo que ellos llaman el paradigma totalitario de la historia soviética, argumentan que el hambre se debió a las malas cosechas y la torpe incompetencia, detrás de ellos vemos a Stalin de firmar el telegrama de Año Nuevo del 1 de enero de 1933, una sentencia de muerte para el campo ucraniano…
Voy a mostrar, más adelante en esta conferencia que uno de los principales historiadores revisionistas cuyo trabajo sigue dominando la estadística del Holodomor en las universidades inglesas que parece haber sido culpable de una mala interpretación de la causa por el Holodomor y demostrar que sus puntos de vista, y las de los otros revisionistas, Ya no es sostenible debido a un error de base-que optó por ignorar la totalidad de el testimonio de testigos presenciales que demuestra que más que unos simples toneladas de granos fue arrebatada de Ucrania…
Ahora sabemos lo que pasó. Pero ¿por qué la dirección soviética tratar de destruir a la nación ucraniana como una entidad independiente política cultural y social durante la década de 1930. Para responder a esta pregunta tenemos que mirar en el propio país.
(Continuará)
1)Las calles estaban llenas de cadáveres, murieron de hambre
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