Sonidos de la infancia...

En algunos momentos de la vida, desearíamos poder volver a experimentar la seguridad o la ilusión que vivimos mientras fuimos pequeños ¡Qué maravilloso sería que pudiéramos volver a experimentar esa vivencia, de la misma manera o en una forma más espontánea, amorosa y desinteresada, sin reproches o exigencias, pues que nos daría la posibilidad de tener un espacio a salvo, donde refugiarnos en tiempos de tensión y confusión!

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Las cuatro estaciones…

De mi infancia recuerdo como disfrutaba paso de las estaciones... era algo mágico y especial, que sugería que hasta lo previsible puede ser sorprendente.

El otoño marcaba el principio del año, con el comienzo de las clases, todo era nuevo y exitante. El barrio se llenaba de hojas secas y el devenir crujiente de mis pasos de niña, no pasaban aún de las guillerminas número 32...

Más tarde llegaba el sol brillante de invierno y el viento helado pegando sobre nuestras caras cuando volvíamos de la escuela, cruzando sola calle, como gesto absoluto de independencia y autonomía…

Pero también, mi infancia era el día de la primavera, el pic-nic escolar, la vianda que preparaba mamá y que siempre era más rica que la ajena. Si por un minuto pudiera volver a subir mi bicicleta verde... a mis precarios patines... a los trazos torcidos de la rayuela en la vereda. Porque con la primavera, los días se volvían más largos, y todo era invadido por el olor al pasto recién cortado, o a la deliciosa tierra mojada tras la tormenta…

Y luego, el infinito verano, con su soledad de chicharras insolentes, ecos de las desveladas y eternas siestas que definían una agonía calurosa sobre las apergaminadas hojas de la biblioteca de mis viejos.
                                                                                                                                              Luisa

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¿Qué lindo era el campo?

 

Recuerdo como de niña me gustaba perderme en mi imaginación. Tal vez era lo único de lo que me sentí completamente dueño y nadie podía arrebatar. Me gustaba imaginarme en una grande y linda casa con muchos cuartos y grandes jardines en el campo, era lo máximo...

Recuerdo que cuando, me llevaban al campo y me dejaban ayudar a ordeñar las vacas; mientras mi madre ordeñaba yo le enseñaba a los terneros y para mí entender ellos me movían la cabeza y este le repartía las evaluaciones que eran las hojas de eucalipto: gracias a esto hoy en día soy docente…

Esta fue la época más gratificante y hermosa que tuve en la vida, la cual la recuerdo en mis prácticas pedagógicas con mis educandos.
                                                                                                                           Luisa Veronica

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Recuerdos...

Recuerdo lo maravilloso que fue compartir juegos con los amigos y amigas del barrio en que viví. Especialmente cuando hacíamos chozas para jugar a los "crotos". 

Recuerdo las hermosas tardes, después de las 5 cuando ya empezaba a hacer más fresco jugando a los indios. Mi hermano, mis amigos y yo nos pintábamos la cara con barro y hacíamos lanzas con palos y explorábamos ese monte verde y espeso que estaba detrás de mi casa. Cuando volvíamos, nos bañábamos y mi madre ya nos tenía lista la deliciosa cena.

Gracias a Dios ya falta muy poco para que vuelva definitivamente a mi pueblito pero ahora como profesional y con mi prometido. Ojalá pueda crear para los hijos que tenga ese ambiente mágico que mis padres crearon para mí.
                                                                                                                                               Ana

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Cantos a la infancia...

Recuerdo mi niñez en un mundo donde no existía tanta violencia, donde se podía ir a la escuela y tener que trabajar, donde jugar con los amigas y ver tele era lo más importante, donde los adultos y docentes no nos calificaban como niños hiperactivos y nos dejaban vivir la vida a nuestra manera…
Recuerdo que todo lo disfrutaba y mis mejores juguetes eran los de menos valor, los cuales mis padres me regalaban con mucho sacrificio. Recuerdo que el mundo era pequeño para mí, todo lo quería descubrir y lo hacía con mi imaginación...

Lo más lindo de ser niña es que disfrutas de cualquier cosa que los adultos llaman algunas veces estupideces. El recuerdo más lindo de mi infancia fueron los juegos de niña que hacíamos con las amigas, en el cual me pintaban los labios y yo me sentía la nena más feliz del mundo y la gran calesita y la vuelta gratis en la cual nos divertíamos muchos por la rapidez de la pera…

La infancia fue la época de juegos y sonrisas, emprendí a explorar al mundo y con mis travesuras alegre la vida de quienes me brindaban amor.
                                                                                                                                            Melina
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En mi infancia…

Recuerdo en mi infancia que con mi hermano jugábamos mucho más que ahora. En la adultez se pierde ese niño que todos dicen llevar adentro. Yo ahora que soy adolescente me doy cuenta como son las etapas y como perduran... me acuerdo que miraba dibujitos todo el día… jjajaja

Pero los recuerdos que nunca se olvidan son cuando mi mama renegaba porque a mí no me salían las cosas del colegio jajaja puuuf hay montones de recuerdos inolvidables, aunque algunos lo olvidan yo recuerdo cuando fui chiquito pero lo fui ya no lo soy y eso duele... a pesar que no todos dicen lo mismo yo tengo mi niñez oculta y quien sabe quizá los demás también aunque no se den cuenta.
                                                                                                                                           Alejandro

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 Jugar, era un privilegio!!...

Revivo mi niñez, a través, de mis nietos. Ellos, me traen, a un mundo, infantil, "parecido", pero, "diferente"…

 Los estímulos informáticos, la TV, "los nuevos juguetes", diferencian, mi época de niño, de la actual. La "tecnología", le ha dado, un perfil más " técnico", y es por eso, que, mis juguetes, "no pasaban de moda", los había, más caros, más baratos, mas lindos,  más sofisticados, mas artesanales, etc, "pero siempre, eran comunes, a los intereses de todos los niños de la misma edad". "la muñeca",  ¿qué nena, no quería tenerla?," los autitos", "la pelota", "la soga, para saltar", "las bolitas", "el tren”, “el triciclo,  la bici", y así,  podría nombrar, muchos más, "todos, eran, el objeto, de los sueños", de cualquier niño!!!.  

En cambio, ahora, se "compite", "no duran", hay que cambiarlos, porque, "ya no se usan estos", ahora, se juega de otra forma. "La mejor compu", la que tiene más memorias, los programas, " la pelota virtual"!!!!. la colección "cibernética" "el ta te ti individual", "la play 1, la 2 la 3, la 4, y todo así. La reactualización del entretenimiento, lleva, a "competir", no iguala, ¡diferencia !, da más, o menos jerarquía, da, mas, o menos poder. En fin, como verán, la docente" supero, a la niña. Es inevitable, la comparación, sin desdeñar nada, solo, descubriendo diferencias de intereses…

La infancia era la infancia!!! Se competía en los juegos, no el poder de la tenencia "objetos, que para que diviertan, deben ser "necesariamente ‘caros’…

Los chicos, nos parecíamos, según la edad, ahora, son todos iguales!!! Jugar es otra cosa!!!  ¡Yo, nunca me cansaba de jugar a las muñecas, ahora, no se cansan de comprar los videos juegos más nuevos, el que no tenga nadie " ...Y bueno, épocas, son épocas, y el juego", aunque sea distinto, siempre será juego, aunque, no gusten los trenes, y, aburran las muñecas a los 6 años, jugar era y es un privilegio que yo tuve y mis nietos también!!!
                                                                                                                                                  Aby