Su corazón lleno de nostalgias y recuerdos de su infancia, donde todo parece magnificarse, llegó desde Estados Unidos con una misión específica, traer los restos de su madre, que había pedido descansar junto a sus padres y juntarse con sus primos después de más treinta años sin verse… Alicia Vicente Schlitter, tenía en su alma una deuda con su madre fallecida hace dos años, pues ella quería descansar junto a sus padres en el cementerio de Santa María, ahora está tranquila pues los restos de sus padres descansan junto a los restos de sus abuelos. Su última voluntad la ha cumplido. Sus primos Marta, Pepe, Ricardo y Juan Carlos Rack-Schlitter, la recibieron con alegría…
Alicia lleva con orgullo su estirpe alemana del Volga, esté donde esté. Nació y se crió en Buenos Aires donde hizo sus estudios primarios, secundarios y universitarios. Lugar en donde se casó y tuvo tres hijos hasta que la Dow Chemical donde trabajaba su marido cerró sus puertas en la Argentina y se llevo a sus mejores ingenieros a EE.UU. Y hacía allá fue la familia a vivir en Richmond y ahora, después de muchos años, Con su segundo marido se fue a vivir a San Antonio, Texas…
Alicia es una persona sensitiva, dulce como la miel y en su corazón anida los placenteros recuerdos de su infancia cuando, en algunas vacaciones, pasaba unas semanas en el campo. Recuerda con nitidez la casa de adobes, el caballo blanco, la moto de su primo, que la llevaba a pasear, la quinta y la huerta, todo magnificado por esa felicidad de encontrar algo nuevo, esa felicidad de niña. Recordaba hechos e incidencias que los primos habían olvidado y ella recordaba con nitidez en su imaginación de niña…
Como explicaba ella “Tenía la colonia de de mi infancia, mis propios recuerdos y lo que mi mamá me contaba, por supuesto entre mis recuerdos y los de mamá se sumó lo que Bárbara me contó y sus fotos. (Bárbara es su hija menor y hace un par de años estuvo con nosotros) Tenía otra visión pero me encontré con una familia, no solo estar acá con ustedes, ver a los demás primos y visitar una amistad de la infancia y de la juventud de Mamá, Erminda Desch, fue todo un conocer una nueva madre, una madre alegre, llena de vida y según Erminda una buena amiga, conocer sus historias, compartir con alguien que estuvo con Mamá, cuando yo no existía, cuando Papá no existía en su vida, cuando cosas que Mamá no contaba porque eran tan íntimas, no tiene palabras. Hay cosas que están más allá de lo que me esperaba, más allá de los sueños. Es hermoso y es familia, es familia… estoy contenta de que Mamá descanse acá, porque está en el lugar donde ella se crió, está de nuevo con su familia, es una paz y es una tranquilidad, que me hace sentir bien al alma”, acotaba, mientras las lágrimas brotaban en sus ojos…
Tiene los recuerdos a flor de piel, por una razón me pareció la cocina enorme, es quizás porque de chico tenés una visión de las cosas más grandes. Puedo ver cosas como si fuera hace poco tiempo que haya sucedido. La colonia, con los recuerdos de mamá y lo que tengo presente de mis vacaciones era el arroyo, el verde de los campos, la casa del campo, etc..
Era una necesidad de tratar de seguir ciertas costumbres que nos inculcó Mamá, de la Navidad, de las Pascuas, en los bordados, todo eso era importante para mi persona…
A la colonia la encontré bien, está progresando, se está modernizando, encontrás algunos edificios de la época de los abuelos pero también encontrás que hay empuje, mucho empuje. Creo que más me ha impactado es la gente, la gente que he visto y he hablado, mi experiencia en el cementerio en la exhumación de los restos de Mamá, la atención del encargado del cementerio Adán, la visita a la amiga de mamá Erminda y oír sus historias de niña, de joven, fue otra experiencia que me impactó y esas cosas no lo ves en otros lugares, me he sentido complacida de lo que he experimentado en la colonia, Lo importante es que no se pierda lo de nuestros antepasados, que mantengan sus valores…a la colonia la he visto bien… de maravillas…
Y voy a volver, con mi marido, que me ayuda y me alienta en mis investigaciones en busca de mis antepasados y que se sienta participe de la gran experiencia que he vivido en estos días que serán inolvidables”
Una vez más, debemos estar agradecidos a Dios, a la Vida… a la existencia toda… Esta semana, tuvimos una alegría inmensa… Después de casi 30 años… o tal vez más… nos reencontramos con una prima hermana.
La vida, las circunstancias de la vida… las distancias de nuestro país… la falta de comunicación… y muchas cosas más, hicieron que no nos contactáramos con esta familiar que años atrás estuvieron muy unidos a nosotros… Cuando hablo de nosotros, digo, los padres y los primos. Pero, como decía antes….la vida y Dios siempre nos dan oportunidades. Siempre…
El reencuentro fue de lo más hermoso…
De por medio hubo largas horas de charla y de contar parte de nuestras respectivas vidas. Voy a volver, con mi marido, que me ayuda y me alienta en mis investigaciones en busca de mis antepasados y que se sienta participe de la gran experiencia que he vivido en la Colonia”. Ahora estaremos comunicados a pesar de la gran distancia que nos separa en kilómetros”...
Alicia… en sólo unos días nos dio el gran placer de disfrutar del amor de familia Schlitter…. El gran placer que es disfrutar del verdadero amor y cariño que dan los familiares… que, por más que el tiempo y la distancia separen….ese amor está impreso en cada célula de nuestro cuerpo, y que llegado el momento se hace ver y sentir.
3 comentarios:
Que alegria encontrar esta nota. y ver a mis primos.
Ana Maria Chirico Schliter
Que Alegria encontrar esta nota con Alicia y ver a mis primos.
Saludos a toda la familia Schliter , Rack y Maier
Ana Maria Chirico Schliter
Que alegria encontrar esta nota. y ver a mis primos.
Ana Maria Chirico Schliter
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