Natty: Su Vida y Su Obra. Porque nuestra misión está donde El nos llama", afirma con convicción, irradiando un convencimiento que emerge desde lo más profundo de su corazón…
Mujer solidaria…
Fruto del matrimonio Hollmann Eberle de alemanes del Volga, nació en julio de 1939 en la ciudad de Bahía Blanca, al sur de la Provincia de Buenos Aires. En la década de 1960, Natty Hollmann tenía una carrera exitosa. Sus expresivos ojos azules, sus cabellos dorados y su singular silueta, la llevaron al mundo artístico y de las pasarelas en donde triunfó como modelo. Hizo parte de las carreras de medicina y sociología en la Universidad de Buenos Aires, y trabajó en varias películas de cine como actriz. En un momento dado, conoció a un acaudalado empresario de Bahía Blanca, con el que se casó y tuvo 2 hijos.
La vida de Hollmann transcurría muy cómodamente en Barrio Residencial ‘Parque Palihue’ de su ciudad natal, rodeada de mucamas y asistentes hasta que a la edad de 28 años, y a causa de una experiencia mística, decidió cambiar su vida. Y del máximo lujo, las brillantes luces de las marquesinas artísticas y la fama que proveen las pasarelas, Natty derivó en un mundo espiritual en donde la realidad de la vida fácil se trocó en un servicio apostólico hacia los más desamparados y necesitados de la sociedad. Y desde entonces abjuró de todos sus bienes terrenales y se dedicó íntegramente a los más desvalidos, los sin hogar, sin familia, sin empleo, a los pobres, marginados, enfermos, discapacitados y discriminados de la sociedad, convirtiéndose simplemente en "Natty"...
Percibiendo a Natty...
A Natty sólo hay que saber escucharla y leerla con el corazón para luego discernir sus sabias enseñanzas basadas en su maravillosa experiencia de vida. Cuarenta años sembrando semillas de amor incondicional con Fe inquebrantable. Siempre al lado del prójimo desfavorecido. Tiene sólo a “Dios”, sólo escucha su voz y sólo sigue el ritmo de los latidos del corazón de Jesús que le marca los caminos a seguir. Su noble sentir, su aprendizaje de vida, todo lo expresan. Natty es una “Esquirla de Dios”. No hay más que agregar, sólo saber interpretarla abriendo nuestros corazones. “No todos tienen el Don de poder Dar. Dar es un Don y es una invitación de Dios, pero a algunos no se les permite y van a cargar con las cosas acumuladas porque se les cerró el Don de Compartir. Nadie puede sacar dentro de sí, lo que tiene dormido dentro de sí.” Una vez le enseñó un maestro: “Las estrellas jamás se ofenden si un ignorante las confunden con una luciérnaga”…
Enseñanzas de Natty…
“En estos momentos tenemos que observar que es lo salvable. Se salva quien ama al prójimo como a uno mismo. Es fácil amar al otro, para los que viven en estado de gracia, que es vivir cada momento presente, aquí y ahora. Se llega a ese estado cuando se comienzan a caer los velos y esto sólo sucede cuando uno se abre a los demás. No hay otro camino que no sea la solidaridad. Brindarse a los demás de todas las maneras posibles. Ahora bien, yo no puedo ser solidaria con los demás si no soy solidaria con los que están al lado mío, con mi familia, mi marido, mis hijos. Si a mí, mi marido no me hubiese entendido, jamás hubiera podido hacer esto. Siempre hay que ser solidarios sin herir al otro”…
“Siempre digo, que aquel que ama mucho a su perro, a su bóxer, a su pekinés y no ama a todos los perros, es mentira que ama, lo quiere egoístamente. El que ama a sus hijos y a ese hijo no le enseña a amar a todos los demás, no ama a su hijo, lo ama egoístamente. Hay que brindarse y encontrarse cara a cara con Dios. Hay que invitar a todos a ser solidarios, que la gente me dé un zapato que no usa, lo que quiera. Cualquier cosa que la gente te da está bien, aunque a veces no lo haga por amor o por solidaridad. El hecho de dar, abre un canal, es un pasito más, y ese paso que logran los van a llevar a tener más ganas de dar, porque aprenden a sentir placer y regocijo, algo que sólo se experimenta cuando se sirve a otro. Al Dar y darse…
Llega un momento que te encuentras con vos mismo, y con Dios. Al principio es muy duro, es todo esfuerzo, luego pasa y ya no hay marcha atrás, porque la solidaridad se mete debajo de tu piel. Todo lo que hagas lo harás en función del amor. “La solidaridad no es ir a Calcuta, al África, a Formosa. Para mí es un placer que “Jesús” me mande a los peores lugares donde hay más sufrimiento…
Mira esas estrellas, azules, rojas; parpadean desde la eternidad. Se como ellas, no te canses de Brillar. Siembra por los campos secos y por las agrias cumbres la misericordia, la esperanza y la Paz. No te canses de sembrar, aunque tus ojos nunca vean las espigas doradas. Los pobres un día las verán. Camina. El Señor Dios será luz para tus ojos, aliento para los pulmones, aceite para las heridas, meta para tu camino, premio para tu esfuerzo. Ven, comencemos otra vez…
Imagínense el efecto propagador que su misión tiene y tendrá para las futuras generaciones. A cuantas personas contagiará, cuántos de nosotros nos sentiremos atraídos e inspirados a transformarnos en un mensaje de paz en tiempos de agobio.
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