Es la misma chica
a la que se ve recorrer las calles de Pueblo Santa María con el taxi de su
padre. La misma que vestida de rojo, justo ella que tiene el corazón
surcado por los colores de El Progreso, apareció hace pocos días por la
pantalla de TyC Sports defendiendo el arco del seleccionado de fútbol
femenino en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Una cita que atrajo la
atención de todo el continente.
No muchos reconocen en la ciudad a Elisabeth Minnig como la arquera titular
de la albiceleste, aunque ya cuenta en su haber con una interesante foja de
servicios en el seleccionado nacional. En 2006 jugó el Sudamericano Sub 20
de Chile y la Copa Mundial de Rusia del mismo año; en 2007 estuvo en la
Copa del Mundo de Alemania y el año pasado en el Sudamericano de Ecuador,
estos dos últimos con el seleccionado mayor. Además de varios amistosos
internacionales. Para destacar.
Recibida
con honores
Tras la
participación en Guadalajara, la actual arquera de Boca Juniors volvió a
Coronel Suárez y fue recibida por el intendente municipal Ricardo Moccero y
el director de Deportes, José Alberto Lomartiro. Minutos antes habló con la
prensa en el salón de usos múltiples del Palacio Municipal y contó sus
vivencias.
“Nos tocó la zona más complicada y nos tiraron a matar. Viajamos sin
confianza de conseguir algo. Pero antes del primer partido tuvimos una
charla. Limamos las asperezas y nos pusimos de acuerdo en tirar todas para
el mismo lado”, sostuvo.
Argentina debutó con una derrota ante Brasil, en un partido donde una asistente
con serios problemas en la vista, no vio que la pelota se fue afuera en el
centro que derivó en el primer tanto carioca. Luego tuvo en jaque a Canadá,
el campeón panamericano, que con mucho oportunismo se alzó con el triunfo:
1-0. Ya sin chances de pasar de ronda la albiceleste se despidió con un 3-3
ante Costa Rica.
Así analizó ella lo que sucedió: “Nos faltó suerte y encima Brasil nos hizo
dos goles que vinieron por errores del árbitro. Ninguna imaginó el partido
que hicimos con Canadá, que terminó metida atrás y haciendo tiempo”.
“Contra Brasil empezamos bien, pero los goles nos golpearon fuerte. También
las brasileñas terminaron jugando atrás y esperando que termine el
partido”, agregó.
Desde que juega en la selección éste fue el primer campeonato que juega
estando en un club, ya que antes lo hizo como jugadora libre.
“Me sentí muy bien, respaldada por mis compañeras y por el técnico (José
Carlos Borello) que me brindó su confianza. En Boca tampoco me llegan
tanto. Si bien en los partidos importantes, ante San Lorenzo y River, tengo
más trabajo, tampoco es demasiado”, aclaró.
Según Minnig, en este torneo, el equipo nacional mejoró bastante respecto a
otros certámenes internacionales.
“Jugamos un buen torneo. Nos faltó suerte. Además tuvimos sólo tres
partidos amistosos en un año, que es muy poco para competir en el nivel
internacional. Jugamos dos con Chile (derrota y empate) y con el Sub 20 de
Uruguay al que le ganamos 7 a 0”, recordó.
“Por eso nos dio bronca perder de la manera que perdimos. Nunca dejamos de
intentar y meter, salvo en el último partido en el que las chicas
terminaron muy cansadas”, sostuvo.
La arquera, que comenzó a jugar en el equipo de la escuela municipal de
fútbol femenino que dirigía el profesor Eduardo Frank, precisó que “mejoramos
en la defensa y también en el mediocampo. Pero fallamos en la ofensiva.
Salvo en el último partido, que convertimos tres goles, nos faltó
definición.
Pantallazos
de los Panamericanos
Minnig puntualizó
que el público local hizo sentir visitantes a los deportistas argentinos.
“En ningún deporte los mexicanos hincharon por la Argentina”, afirmó.
También se refirió a la relación con los demás deportistas argentinos: “Los
veíamos pasar y nos preguntábamos ¿y éste qué hará? Y al rato aparecía con
una medalla. Era una alegría para todos”
“Es muy distinto a jugar un torneo sudamericano donde una está sola con sus
compañeras en un hotel. En cambio estando en la villa panamericana podés
cruzar a Alejandra García o a Las Leonas. Tuvimos mucho contacto con Las Leonas,
son increíbles, por algo llegaron adónde están. Es admirable su humildad”,
señaló.
Sin compromisos con el seleccionado nacional a la vista, Elisabeth ya tiene
puesta la cabeza en un nuevo desafío. Con Boca Juniors, disputará la Copa
Libertadores de Fútbol Femenino. “La semana que viene tengo que reintegrarme a los entrenamientos. Y el 9 de
noviembre salimos hacia Brasil para jugar la Copa Libertadores”, expresó.
Futuro
El fútbol es un
deporte históricamente dominado por los varones. Será por eso que a las
chicas todo les cuesta más. Aunque, parece ser, que soplan vientos de
cambio.
“La selección mayor volvería a entrenar el año que viene. El presidente de
Colón (Germán Lerche) se hizo cargo del fútbol femenino. Tengo entendido
que presentará un proyecto para jugar más partidos internacionales que son
muy necesarios. También haría gestiones para conseguir un sueldo para las
jugadoras”, dijo.
Mientras tanto, Elisabeth, como hace cinco años, seguirá viajando los 500
kilómetros que unen Santa María con la Capital para seguir haciendo lo que
le gusta. Ella siente que el esfuerzo vale la pena.
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