A pesar de todo y de muchos se alcanzó el objetivo soñado por Juan
Hippener, muy bien acompañado, apoyado y liderado por las comisiones de la
Asociación Suarense de Alemanes del Volga, Rotary Club Las Colonias, Club San
Martín de Santa Trinidad, Club Independiente de San José, Club El Progreso de
Santa María y Club Germano-Argentino, con sus respectivos presidentes a la
cabeza, todos a uno elaboraron la certeza de la mega-fiesta de los 10.000, la
más grande de toda Sudamérica hecho bajo una carpa, que quedará en nuestras
retinas como un recuerdo inolvidable…
El juicio popular coloniense, en su sencillez, tiene en su
sociedad a personas que a consideración de los vecinos deben merecer el
reconocimiento por toda su labor u obra,
aún la más seráfica, fundamentalmente cuando se emprende con afecto. Por cuanto
más devoción se emplaza en el quehacer que uno despliega, más resuena a honesto
y noble ante la comunidad…
Y ello nos lleva a cavilar que una de las aspectos más
bonitos y vivificantes de la conducta humana, es la capacitad que poseen muchos
personas para trajinar para el bien de los demás. Más, si ese afán de hacer el
bien va acompañado de la bondad de dar por el singular hecho de organizar un
evento de tal magnitud, para bien de nuestra etnia...
Los regalos del espíritu son cualitativos no cuantitativos, y por
consiguiente, aumentan en la medida en que se comparten. Si quieres paz, enseña
paz –para así aprender lo que es. Y el acto de dar no empobrece, sino que multiplica
los dones de quien da”.
Este sabio aserto queda plenamente explicado en un antiguo proverbio hebreo: “Una vela no pierde nada
con encender otra vela”...
La mayoría
de esas personas sencillas y comunes no han pensado siquiera sobre la alcance
benéfico que revistió su esfuerzo y el afán de perfección que pusieron cada
cual en sus tareas. Su pretensión es sincera pues les alcanza encontrarse en
armonía con su conciencia...
En las comunidades chicas es donde mejor se estiman y
valorizan esas bondades que, en los tiempos difíciles, incitan a conciliarnos
con la vida. Por todo ello y por mucho más “destacamos” con nuestro tradicional
grito de corazón ¡Bravo, Bravísimo, Bravo! a todas las personas que actuaron
tan sincronizados en los diversos ámbitos del gran evento, más que gran fue “extraordinario”…
"Nos dicen
que no se puede vivir de recuerdos, pero se puede vivir muy bien acompañados
de los recuerdos". Ahora, se entiende que los rituales y las
costumbres sirven para unir a nuestra gente. Las anécdotas, los encuentros y reencuentros y las
fotografías produjeron nostalgia y algunas lágrimas. Hubo brindis, espectáculos
artísticos y musicales y de los buenos…
Sinceramente, pensé que somatizar era una
señal de emociones contenidas, sentimientos que no se expresan y se quedan ahí
dentro. Pero en estos días del evento estoy empezando a verle otra dimensión al
tema. Pequeñas cosas diarias pero que nos mantienen alerta de las situaciones y
de sobre todo, como bien dicen, de las emociones a raudales!. Ser consciente es
el primer paso para conocerse y saber de que la unión de grandes entidades y de
los hombres y mujeres que las integran, entra bien el dicho “Cuando se quiere
se puede”…
Lo que
para muchos parecía una utopía, se vio que con tenacidad y fuerza de voluntad
se alcanza” "Las
grandes obras de las instituciones las sueñan los santos locos, las realizan los luchadores natos, las aprovechan los felices cuerdos y las critican los inútiles crónicos". (Kioto). Y lo más importante, y tiene que ser un
ejemplo para todos, es que con la unión de voluntades se logran los más
hermosísimas y descomunales ilusiones…
No hay comentarios:
Publicar un comentario