Municipalidad de Coronel Suarez

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Cooperativa Electrica

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domingo, 1 de abril de 2012

Hace poco tiempo y no hace mucho… Die Glocke fliegen fort (Se vuelan las campanas)


Sí, las campanas nuevamente levantarán vuelo surcando los cielos del silencio, apagando su voz durante los días en que se rememora la pasión y muerte de Jesús. Las colonias trocarán su bullicio habitual en respetuoso mutismo, mudando sus cotidianas algarabías en luto. Este hecho tan profundamente arraigado en las colonias de hoy y de siempre, acontecerá el Jueves Santo por la noche cuando, las campanas echarán simbólicamente a volar, acallando su voz hasta el Sábado Santo por la noche, cuando con gran estruendo y algarabía volverán anunciando la próxima resurrección del Señor, que acaecerá el Domingo de Pascua…


Y ahí hacían su aparición los niños ‘campaneros’ con sus ‘kláperer’ y sus ‘Raschpel’, quienes se reunían en el ‘pastorat’ para ser admitido con derechos y obligaciones a recibir las instrucciones del caso por el sacristán o por el cura teniente, donde presentaban los instrumentos de su propia inventiva los cuales todos llevaban con legítimo orgullo. Casi todos los Raschpel y los Klàperer eran tan poderosos en su accionar qué se oían a cientos de metros…


Un número determinado de ‘campaneros’ se reunían, que solía ser numeroso y bajo la guía de un monaguillo salían a diversos rumbos por la colonia a anunciar los diversos actos religiosos y el Ángelus. Se tenían que levantar a la mañana temprano para cumplir su misión, el cual cumplían cantando el ‘Ave María Gratia’. Con ese motivo, fuera de los horarios rituales en la iglesia, los campaneros se las pasaban en la calle, mit die ‘raschpel o die kláperer’, anunciando a viva voz los horarios y comunicando que su llamado correspondía a los tres consabidos toques de campana, rubricando el pregón con las palabras: Des lait zum erste moul ind die haliege predigt, o zum zweiten moul o zum dritten moul, según correspondía a lo que iba acontecer en la iglesia, y cerrando todos los cantos con un ensordecedor ruido von den ‘raschpel’…



Los chicos soñaban con ser ‘campaneros’ en die ‘Karwoche’, pues ese quehacer trenía su recompensa. El Domingo de Pascua y después de a Misa Mayor (Dia Amt), volvían a congregarse todos los grupos de ‘campaneros’ y rehacían su habitual recorrido, interesadamente, para recoger su recompensa. Se iba de casa en casa, entrando en todos los patios para desear “Frohlich Ostern” a la gente que se divertía con ellos y los esperaba e inclusive les pedía la repetición de sus pregones, mientras el ruido de los ‘raschpel’ iba creciendo y al ritmo de las dádivas de monedas y huevitos de pascua que daban los dueños de casa. De paso se iba degustando Dinnekuche y kreppel u otras delicias alemanas, entre canto y canto, ruido y ruido…


En la calle pregonaban en tono festivo: “oie, oie raus. Sonnet mir schlogen log im haus” (literalmente la traducción sería: “danos huevos, huevos pascuales; si no te haremos un agujero en la casa). Al final del recorrido lo total de lo recaudado era repartido equitativamente tanto en especies como en dinero entre los componentes del grupo…


Era una autentica fiesta que ponía una auténtica nota de colorido a las fiestas pascuales, tan cara a los sentimientos de los alemanes del Volga y que era una característica peculiar y única que hacían soñar a los chicos de las tranquilas colonias.

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